Por Yuri Proaño, Country Manager de Primax Perú
La energía es el motor que forma parte de nuestra vida diaria y un factor clave para el desarrollo de un país. No solo sustenta el crecimiento económico, sino que también impacta directamente en la calidad de vida de las personas. En el Día Mundial de la Energía, tenemos la oportunidad para reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos en el sector empresarial en cuanto al uso responsable y eficiente de este recurso, pensando siempre en el bienestar de las comunidades y el entorno.
Hoy más que nunca debemos asumir un compromiso activo con la sostenibilidad. No se trata solo de ser conscientes de los recursos que se consumen, sino de promover una gestión que tenga un impacto positivo en las comunidades donde se opera. Las decisiones empresariales tienen el poder de transformar el futuro, por ello deben estar basadas en un desarrollo inclusivo y responsable con el medio ambiente.
En el caso de Perú, el país se enfrenta a un desafío particular: la transición hacia un modelo energético más sostenible, sin perder de vista las características propias del contexto local. Desde el 2024, el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) ha puesto en marcha la Política Energética al 2050, la cual representa una valiosa oportunidad para fomentar una transición energética equitativa que beneficie a todo el Perú.
En este contexto, el gas natural vehicular (GNV) se presenta como un recurso abundante en nuestro país y una opción estratégica para reducir las emisiones contaminantes. En Primax, entendemos que debemos liderar este cambio no solo con una oferta de valor centrada en el GNV, sino también con prácticas que fomenten la eficiencia energética en nuestras operaciones diarias.
Parte de este proceso involucra el aprovechamiento de tecnologías sostenibles dentro de las propias instalaciones. El uso de paneles solares en las estaciones, por ejemplo, permite disminuir la huella de carbono, a la vez que optimiza el uso de energía. Sin embargo, este tipo de iniciativas deben ser vistas como un modelo que inspire a otras empresas a hacer lo mismo. Gestionar los activos de forma eficiente es una forma tangible de contribuir a la sostenibilidad.
Como actores clave en la industria, tenemos la responsabilidad de gestionar nuestro negocio de manera que promovamos la sostenibilidad no solo dentro de las operaciones, sino también fuera de ellas. Es un compromiso que se extiende a toda la cadena de valor y que involucra a todos los stakeholders. Apostar por la masificación del GNV es una oportunidad para reducir las emisiones contaminantes y otros impactos ambientales. Contar con una amplia red de estaciones de servicio de GNV, distribuidas en 66 ubicaciones a lo largo del país, es nuestra manera de promover un futuro más sostenible.
La transición energética es una responsabilidad en conjunto. Al ser parte del cambio, aseguramos un entorno donde la energía no solo sea accesible, sino también sostenible para las próximas generaciones.