Por Jovan Pastor, gerente de Primaxgas

El agro peruano se ha consolidado en las últimas décadas como uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional. Solo en el 2023, las exportaciones agrarias superaron los 12 mil millones de dólares, según cifras del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, lo que refleja su creciente relevancia tanto en el mercado interno como en los mercados internacionales.

Este crecimiento ha sido posible gracias a una combinación de factores: innovación tecnológica, infraestructura, gestión del talento humano y, de manera transversal, el acceso a soluciones energéticas adecuadas. La energía, aunque muchas veces poco visible, cumple un rol decisivo en la eficiencia de los procesos agrícolas y agroindustriales, desde la producción primaria hasta la transformación y distribución de alimentos.

Desde mi experiencia en el sector energético, acompañando a clientes de estas industrias, veo cómo la personalización de las soluciones energéticas puede generar mejoras significativas en eficiencia, trazabilidad y cumplimiento de estándares internacionales. Adaptar los sistemas energéticos a variables como la estacionalidad, los procesos específicos o los requerimientos normativos ha permitido optimizar el rendimiento operativo y avanzar en el cumplimiento de metas de sostenibilidad.

Ejemplos como la conversión de matrices energéticas más contaminantes hacia el uso de GLP, o la incorporación de herramientas como telemetría para el monitoreo del consumo, están mostrando resultados concretos en cuanto a ahorro energético y reducción de emisiones. Este tipo de transformaciones, si bien técnicas, tienen un impacto directo en la competitividad del agro peruano frente a un mercado global cada vez más exigente.

El agro no solo enfrenta el desafío de producir más, sino de hacerlo mejor. Asegurar su sostenibilidad pasa por fortalecer todo su ecosistema, incluyendo el energético, que debe estar alineado con sus metas de eficiencia operativa, versatilidad y responsabilidad ambiental. Las empresas proveedoras de energía tenemos la responsabilidad de ofrecer soluciones adaptadas a este nuevo contexto, que no solo respondan a las necesidades actuales, sino que contribuyan a una visión de largo plazo para el desarrollo del sector.

X