Por Juan Carlos Condor Carranza, Gerente de Salud, Seguridad y Medio Ambiente (SSMA) – Primax

La industria energética enfrenta hoy un escenario de grandes desafíos: garantizar el suministro en un entorno cada vez más exigente y responder a los compromisos de sostenibilidad, pero en especial, proteger la vida y la salud de las personas que hacen posible que la energía llegue a millones de hogares y negocios.

En el sector energético, específicamente en la distribución de combustibles, los riesgos operativos son diversos y complejos, especialmente en actividades como el transporte, distribución y venta de combustible, adicional a los riesgos que se generan de los procesos propios de la operatividad y el mantenimiento especializado de los equipos e infraestructura. Para mitigarlos, las empresas buscamos aplicar estándares estrictos, capacitar de forma continua a los equipos y trabajar con aliados estratégicos bajo procesos de evaluación rigurosos, para asegurar así la reducción de incidentes y la continuidad operativa.

En los últimos años, en PRIMAX, hemos dado pasos firmes hacia una mayor madurez en materia de Seguridad, Salud y Medio Ambiente (SSMA) a través del despliegue de nuestra estrategia enfocada en: Estandarización, Control Operacional y Cultura. La estandarización de indicadores de desempeño a nivel regional, el uso de la tecnología para simplificar procesos críticos, incentivar la participación de los colaboradores en nuestros programas culturales, así como la incorporación de iniciativas de bienestar físico y mental, reflejan una visión integral: la seguridad no solo se trata de prevenir accidentes, sino de promover un entorno de trabajo saludable y sostenible.

Esta evolución también se refleja en prácticas concretas que fortalecen la cultura de seguridad desde distintos frentes. La implementación de herramientas digitales como Primax SAFE, ha simplificado el reporte de riesgos e incidentes, y ha promovido una participación más activa por parte de los equipos incrementando el nivel de alerta y generado la cultura del reporte a todo nivel. A ello se suman espacios de formación continua, como los programas para líderes y las visitas en campo, que acercan a la alta dirección a la realidad operativa, denominado GEMBA Walk. Y finalmente, nuestro Academia de Lideres SSMA, con el cual concientizamos a nuestro lideres sobre su rol críticos en el desarrollo de nuestra cultura sostenible y a la vez le damos herramientas tangibles y prácticas a nuestro lideres para tener conversaciones poderosas e incentivar el autocuidado formando nuestra cultura de prevención en todas nuestras operaciones

Este tipo de iniciativas consolidan una mirada integral de la seguridad como un valor compartido en todos los niveles de la organización.

Los resultados son palpables, nuestra RUTA SSMA 2030 ya muestra resultados importantes: reducciones sostenidas (a doble digito) en los principales indicadores de incidentes, incremento de la participación de nuestros equipo operativos y administrativos, avances en la medición de huella de carbono y la implementación de proyectos de economía circular y eficiencia ambiental. En Primax, esto nos ha permitido seguir siendo reconocidos como un socio estratégico con los más altos estándares de seguridad.

De cara al futuro, el mayor reto sigue siendo trabajar en la cultura: cultivando un mindset preventivo en cada persona. La tecnología y los procesos seguirán evolucionando, pero nada reemplaza la decisión diaria de actuar de manera segura. Esa es, quizá, la mayor oportunidad para las empresas energéticas: generar una alianza entre seguridad y energía no solo asegure la continuidad de las operaciones, sino que fortalezca la confianza de los clientes, proteja a las comunidades y abra camino hacia un futuro sostenible.

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