En las últimas dos décadas, Perú ha experimentado un crecimiento sostenido en la demanda de energía, impulsado por el desarrollo industrial y el aumento de la población. Esta evolución, que ha marcado al sector energético y de hidrocarburos, se ha dado básicamente por las transformaciones significativas que impacta en la oferta y la demanda de energía en el país.

Si bien la matriz energética peruana sigue dependiendo de los hidrocarburos -con más del 47% del suministro proveniente de estas fuentes- esto ha presentado riesgos, especialmente por la volatilidad de los precios internacionales, falta de infraestructura y cambio climático, lo que ha generado la necesidad de fortalecer la seguridad energética. El Perú ya adoptó una postura activa en la diversificación de sus fuentes y en la construcción de un sistema energético más resiliente, pero el camino es largo. Según el estudio “Fomento de una Transición Energética Eficaz 2023”, del Foro Económico Mundial, indica que el Perú se encuentra en el puesto 53 de 120 países en el Índice de transición energética.

La seguridad energética no solo implica garantizar un suministro constante y confiable, sino también la capacidad de adaptarse a las fluctuaciones del mercado y a las condiciones climáticas adversas. En este contexto, las empresas del sector desempeñan un rol crucial, priorizando inversiones en infraestructura, tecnologías limpias y prácticas sostenibles que contribuyan tanto al desarrollo del sector como al bienestar de las comunidades.

En Primax, hemos dedicado los últimos 20 años a fortalecer la seguridad energética en el Perú, expandiendo la red de GNV a 66 gasocentros a nivel nacional y dos puntos de carga de GNV-L, siendo pioneros en ofrecer una alternativa para la movilidad más sostenible y autónoma en favor de los ciudadanos e industria y contribuyendo a diversificar la matriz energética del país.

El sector energético peruano está lleno de oportunidades. La eficiencia operativa se complementa con la integración de prácticas sostenibles. Nuestro compromiso también se refleja en un portafolio de combustibles acreditados internacionalmente por Top Tier, diseñados para minimizar emisiones contaminantes, así como en la promoción de iniciativas que protegen el medio ambiente y apoyo a la comunidad a través de prácticas de diversidad e inclusión.

La convergencia entre seguridad energética y la transición hacia fuentes sostenibles será fundamental para el futuro del sector en Perú. En los últimos 20 años hemos sido testigos del esfuerzo por marcar el camino hacia un futuro energético más seguro, eficiente y sostenible, un compromiso que se comparte con grandes, medianas y pequeñas empresas, cada una desde su ámbito de acción.

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